“Manchester frente al mar” de Kenneth Lonergan

¡Muy buenos días, lectores! ¿Qué tal estáis? Hoy estoy muy contenta e ilusionada, ya que la reseña que os traigo es muy especial para mí.

Antes, cuando Raist escribía en el blog, era él el encargado de hablar de series y películas, pero desde que ya no está, me he atrevido a realizar alguna entrada sobre ello, aunque siempre con cierto temor. Debo reconocer que no he sido muy cinéfila, pero últimamente le estoy cogiendo el gusanillo a esto del cine.

Este sábado os voy a hablar de una película muy especial, imprescindible y única. No sé si os sonará Manchester frente al mar dirigida por Kenneth Lonergan. Es un film que se estrenó en febrero de 2017, y la verdad es que cuando me hablaron de ella, no me sonaba de nada. Hasta hace una semana que la vi y quedé tan impactada, que decidí hacer una reseña para darla a conocer.

Antes de meterme en profundidad y contaros la sinopsis del film, quiero dedicar esta reseña a Juan Manuel. Gracias por hablar de Manchester frente al mar con tanta pasión e ilusión, gracias por introducirme en ella y gracias por enseñarme tantas cosas buenas. También quiero dar las gracias a Paloma, que fue la persona que se la recomendó ¡Eres un encanto!

Dicho esto, os incluyo un breve resumen del film: Lee Chandler es un solitario encargado de mantenimiento de edificios de Boston que se ve obligado a ir a su pequeño pueblo natal tras enterarse de la muerte de su hermano Joe. Allí se encuentra con su sobrino de 16 años, del que tendrá que hacerse cargo. De pronto, Lee se verá obligado a enfrentarse a un terrible pasado que le llevó a separarse de su mujer Randi y de la comunidad en la que creció.

Una vez que conoceís de qué trata la historia, os dejo la ficha técnica de la película y posteriormente desglosaré los elementos que me han parecido más importantes.

FICHA TÉCNICA Título original: Manchester by the sea Año: 2016 Duración: 135 min. País: Estados Unidos Director: Kenneth Lonergan Guion: Kenneth Lonergan Música: Lesley Barber Fotografía: Jody Lee Lipes Reparto: Casey Affleck, Michelle Williams, Kyle Chandler, Lucas Hedges, Tate Donovan Productora: Amazon Studios/ K Period Media/ B Story/ CMP/Pearl Street Films Premios: 1 Globo de Oro (Mejor actor), 2 Premios Bafta (mejor guion original y mejor actor), 2 Óscar (mejor actor, mejor guion original).

Os dejo también el trailer de la película:

Comienzo con los actores. Manchester frente al mar está protagonizada en sus papeles principales por:

- Casey Affleck: lleva a cabo el papel protagonista de esa película actuando como Lee Chandler. En un principio me llamó la atención el extraño carácter y comportamiento de este joven, pero a lo largo del film vas comprendiendo y empatizando perfectamente con él. Y no solo eso, Lee se hace grande a medida que avanza la película y te arrastra con él, quieres saber más de él. De aspecto descuidado y aparente fragilidad es una persona que no quiere ningún tipo de vida social, ni positiva, ni negativa, cumple con su trabajo, no pretende hacer ruido y sobre todo no le importa nada. Nadie puede saber de tu vida si no quieres, y Lee vive al margen de ella, lo hace por necesidad y quizás sea un remedio y una protección ante las decepciones.

- Michelle Williams: interpreta a Randi, la ex mujer de Lee. Inicialmente lo que se va conociendo de este personaje, viene asociado a los recuerdos de su vida matrimonial. Una mujer cariñosa, tierna, algo descuidada pero que quiere a su marido y la felicidad se percibe en el ambiente. Pero algo pasa, ya que todo cambia, porque la Randy que se ve después, es una persona rota de dolor que intenta rehacer su vida. Me parece un personaje que, a pesar de aparecer en pocas escenas, tiene una actuación sublime, que transmite y dice tanto en tan pocas palabras... Sí, pocas palabras, ya que la incapacidad para comunicar es una norma común para los personajes de esta película. Pero es cierto que hay determinadas situaciones que las palabras no son capaces de transmitir lo que se lleva por dentro. 

- Kyle Chandler: realiza el papel de Joe, el hermano mayor de Lee que fallece a causa de una enfermedad coronaria. Se le ve también en escasas ocasiones, pero presenta un buen talante en todas las situaciones, incluso en los peores momentos. Al fallecer, deja la tutela de su hijo a su hermano, aspecto que rompe por dentro a Lee sorprendiéndole y al mismo tiempo carcomiéndole. Y es que algunas veces las personas que nos rodean nos conocen mejor que nosotros mismos, valorándonos y dándonos nuevas oportunidades.

- Lucas Hedges: interpreta a Patrick, el hijo de Joe. Es un adolescente de 16 años, cuyo papel me recuerda en cierto modo al de Lee. Taciturno, callado, misterioso, es una interpretación que se mantiene fuerte desde el principio hasta el final. Si os digo la verdad, el actor me caía algo mal, el muchacho no se hace querer demasiado, pero si piensas la vida que él ha tenido, comprendes también su carácter.

Una vez que he destacado a los cuatro actores principales, empiezo con la reseña.

Cuando alguien comienza a ver esta película sin saber muy bien de qué trata, lo primero que llama la atención son dos cosas: la presencia de un barco con tres personas (familiares, se intuye) yendo a alta mar, donde el océano les da la bienvenida y un frío atroz que se sospecha por el ropaje de los personajes y la nieve que rodea las calles de la ciudad, aunque predomine un cielo totalmente despejado.

De repente aparece un joven solitario moviéndose por todas partes, en todas direcciones. Por dentro me decía, ¿será este el actor protagonista? Sigamos viendo...

Y sí, es el personaje principal de la trama. Un joven que a priori es desagradable, seco, borde y antipático, pero super eficiente y responsable en el trabajo que desempeña. Por dentro me dije: "¡Pues qué bien, la alegría de la huerta!". Pero algo por dentro me decía que ese muchacho tenía algo que decir, algo que enseñarme. Y no me equivoqué.

Dejé llevarme por la historia, y Lee, el nombre del joven que antes os mencioné va dándose a conocer. Él vive en Boston y trabaja de conserje en numerosas fincas. Y de repente, llega la triste noticia de la muerte de su hermano a causa de un enfermedad coronaria. Esto le lleva a desplazarse a su ciudad de origen, Manchester-by-the-sea en Massachussetts. Miles de sentimientos se le agolpan y su lenguaje no verbal nos dice mucho. Ante esa situación de dolor no quiere contacto físico, es muy poco expresivo, se cierra en sí mismo, no se desahoga... Algo raro pasa con Lee ¿pero qué? ¿Por qué actúa así? Ese comportamiento no se adquiere de forma aleatoria, ni porque sí. Quería averiguar, quería saber. La película se metia en mi interior y mi curiosidad aumentaba exponencialmente. Intuía que algo muy feo, algo muy gordo le había sucedido.

La cosa no mejora ya que al fallecer su hermano deja su hijo Patrick, un adolescente de 16 años, a su cargo. Esa situación le supera, le sobrepasa ¿Por qué? Y es ahí, a modo de flashbacks, cómo comprendemos el horror que ha vivido. Un regreso al pasado de Lee para comprender el presente y el porqué de su comportamiento. Un motivo absolutamente terrible que superaría a cualquiera de los que vean la película.

Es importante mencionar al sobrino, ya que en realidad es un hijo que recibe la triste noticia de la muerte del padre y su reacción ante ese suceso es digna de admirar. También todo tiene una explicación con este personaje y su comportamiento da mucho que pensar y analizar. En realidad Patrick se parece enormemente a Lee y si no se soportan, es porque uno es el reflejo del otro.

También quiero destacar a Randi, la ex mujer de Lee. Cuando este regresa a su localidad natal se encuentra con ella, donde el presente, el futuro y sobre todo, el pasado, se unen de golpe y porrazo. Pero sobre todo lo que se intensifica es el dolor, la culpa, la carga de un castigo inmenso y la falta de interés hacia lo que rodea a Lee.

Es importante decir que todo, todo, todo tiene un porqué en esa película, todo está relacionado y el guion está perfectamente hilado, sin dejar algún cabo suelto. Los sucesos ocurren de forma lenta pero muy clara dejando al espectador con el corazón encogido, sin apenas respiración y con una expresión de sorpresa en mayúsculas. Todo se va entendiendo, vas comprendiendo muchas cosas y empatizando con todos los personajes.

Esta película es un relato cruel, pero al mismo tiempo muy certero de la culpabilidad, del dolor, de la capacidad de superación o no del mismo y en qué situaciones. Pero creo que hay circunstancias que marcan un antes y un después en las personas y que estas pueden provocar tal destrozo interior que no hay forma humana de superarlas.

También percibí a lo largo de la película una sensación continua de dolor que no se desahoga del todo, lo llevan de la mejor manera posible, pero es imposible quitar ese halo, porque está muy presente.

La fotografía y la música acompañan de manera magistral cada uno de los fotogramas de esta obra maestra. Hacen que todos los momentos, sobre todo, los más duros se vivan con una intensidad enorme y queden grabados en la memoria del espectador.

Es una película muy humana, muy profunda, realizada con una sencillez, delicadeza y una sensibilidad exquisita, pero muy dura y cruel que nos abre los ojos ante una realidad muy clara: la culpa y la carga que ello genera, cómo nos transforma la vida y la capacidad de superación de la misma.

También me parece importante destacar la escasa capacidad que tenemos nosotros, las personas, de percibir las señales de los demás. Pensamos que todos nosotros, los humanos, nos regimos por el mismo sistema de comportamiento social: somos super abiertos, nos apetece sociabilizar a todas horas y creemos que todo el mundo tiene las mismas necesidades. Pues no. Hay personas que por motivos personales, no tienen interés o tienen esa necesidad de empatizar con otro. Y aún así nos empeñamos. No comprendemos porqué y le tachamos de raro, borde o asocial ¿Te has parado a pensar qué problema tiene esa persona? ¿Has pensando que no todo el mundo tiene tus mismas necesidades? En una sociedad donde parece que todo es super guay, que hay que ser sociable sí o sí, hay gente que sufre, que lleva mucha carga y mucho peso a sus espaldas y prefiere llevar eso a su modo. En silencio. Sin molestar y sin ser molestado. Comprendamos ese silencio.

Espero que os guste la reseña, lectores. Nos seguimos leyendo. Un fuerte abrazo.