Este
tomo lo conocí a través del Blog de Los Caminos de la Imaginación cuando una
compañera del mismo hizo una reseña sobre él. Me llamó la atención por dos
aspectos: la opinión tan positiva de la obra y el resumen del libro, ya que el
protagonista me pareció bastante “peculiar”.
Pero,
¿de verdad su protagonista es tan extraño? Os voy a contar brevemente de qué
trata y así vosotros lo podréis juzgar. Ignatius J. Reilly, un gigantesco glotón,
verborreico, quisquilloso y arrogante que con 30 años vive aún a expensas de su
madre, debe enfrentarse al trabajo. Para Ignatus, un espíritu diferente y
delicado, fiel a sus propias convicciones, comenzará una terrible y humillante odisea.
Pero la odisea la vivirán sus conciudadanos recibiendo un castigo implacable en
forma de gordo chiflado, sufriéndolo de administrativo o como modesto vendedor
de perritos calientes. Suficiente, ¿verdad?
Es
cierto que cuando uno lee esta obra y se encuentra tantas situaciones
disparatadas, a priori parece un tomo sin mucho sentido, pero el autor nos deja
una importante moraleja.
Esta
novela tiene multitud de elementos y aspectos que hacen de ella una obra
maestra.
El primero de ellos son los personajes de este tomo. Lógicamente
Ignatius J. Reilly protagonista principal de este ejemplar es quien tiene todo
el peso en este libro. A pesar de su apariencia física y su vestimenta
totalmente anacrónica y bastante hortera, Reilly es un personaje cuya
psicología no deja a nadie indiferente: inmaduro, egoísta, vago, conformista,
con un ego fuera de lo normal (se considera superior al resto de los mortales)
y sobre todo cínico e incoherente. El problema no son sus aspectos psíquicos,
sino cómo esos rasgos afectan y condicionan la interacción con los demás. Las
situaciones que suceden a lo largo de la trama van de disparate en disparate y
las personas “normales” que aparecen en esta conjura se dan cuenta de que algo
no va bien. Además de Ignatius en este tomo aparecen numerosos personajes a
cual más histriónico. Si describiera de forma individual sus rasgos, la reseña
se alargaría en exceso y tampoco quiero aburriros, pero lo que sí he observado
en esos seres creados por Kennedy Toole es que son personas superficiales,
tremendamente egoístas y muy poco empáticas. Llama mucho la atención como cada
uno, de forma única y diferente nos enseñan las carencias sociales de ese
periodo (la obra fue redactada en 1962, aunque el libro se publicó de forma
póstuma en 1980, tras el suicidio del autor en 1969) mostrando, a través de su
aparente absurdez, una terrible radiografía de cómo era aquella sociedad y en
cierta manera adivinando cómo sería y es la actual. A su vez, los diálogos
entre los personajes, son absurdos e incoherentes. Nadie se escucha, todos hablan,
las charlas son disparatadas, sin sentido aparente y en muchos casos las
respuestas (cuando hay un breve seguimiento del mismo) son dañinas o las usan
para victimizarse.
Otro
de los elementos que hacen que “La conjura de los necios” sea un libro
imprescindible es su trama y organización. Este tomo se estructura en 14
capítulos subdivididos en pequeños bloques o subcapítulos, donde, desde el
principio, se ve una clara evolución de la trama, aunque inicialmente no sabía
muy bien por donde iba a salir la historia. Una vez que comprendes lo que el
autor quiere transmitir al lector, el libro se lee sólo, disfrutando enormemente
de las disparadas situaciones que los personajes viven. La historia está
redactada de dos maneras: gran parte de la misma está escrita en tercera
persona del pasado, mientras que una parte (exquisita, por cierto) está narrada
en primera persona del presente perteneciendo al diario que Ignatius escribe.
Ambas formas de redacción favorecen que la trama se desarrolle ágilmente y se
lea con gran fluidez. De todos modos, aconsejo que lo leáis sin prisas, ya que
de esa manera se comprende el mensaje que John Kennedy Toole nos transmite.
Por
último y no menos importante, quiero destacar que “La conjura de los necios” es
un cóctel donde el autor nos revela dos elementos muy importantes: el primer
aspecto a tener en cuenta es que Toole describe las particularidades de la
ciudad de Nueva Orleans, contando al lector cómo son las callejuelas, los
barrios apartados, destacando las peculiaridades lingüísticas y las diferentes
etnias que viven en dicha ciudad. El segundo elemento a tener en cuenta es que
el autor habla de los homosexuales y de personas de color en su obra sin
ninguna connotación homófoba o racista. Es una pena que este autor se
suicidara, porque para escribir una obra así con estos rasgos y
características, fue alguien con una mentalidad muy avanzada y tolerante para su época.
¿Qué
mensaje nos quiere transmitir en su obra? Mi madre cuando leyó el libro, se quedó
bastante horrorizada. Decía que nada tenía sentido, que todos estaban locos. He
ahí la cuestión. No están locos, son necios, es una conjura de necios, donde
nadie hace caso a nadie y sólo piensan en sus necesidades... Hoy en día existen
muchos Ignatius J. Reilly, Myrna Minkoff o Mancusos con sus rarezas y
particularidades y en el fondo es algo que está pasando en nuestra sociedad:
cada vez somos más egoístas, cómodos y necios. Queremos imponer nuestra opinión
a golpe de teclado, no escuchamos al otro, sólo “oímos” lo que nos interesa y
no nos paramos a escuchar las motivaciones o argumentos que la otra persona
pueda tener. Por eso este libro se ha convertido en uno de mis favoritos, porque
si todos leyeran esta obra tan ingeniosa entenderían y verían la vida de otra
manera.
Si
no habéis leído esta novela, hacedlo, de verdad. Este tomo es un verdadero
clásico que una vez que lo lees, no se olvida nunca ¡Feliz día a todos! ^^
- Ediciones y precios del libro
Tapa blanda (ANAGRAMA, 208 págs,1992): 11'90 €
Tapa dura (ANAGRAMA, 392 págs, 2014): 12'25 €
E-book (ANAGRAMA, 2013): 8'99 €
- El autor
Johm Kennedy Toole nació el 17 de
diciembre de 1937 en Nueva Orleans, Louisiana (Estados Unidos), hijo de John y
Thelma Toole. Excelente estudiante, Toole logró brillantes calificaciones en su
etapa escolar, licenciándose en Literatura por la Universidad de Columbia.
Después de trabajar
como profesor en el Hunter College de Nueva York y en la Universidad
Southwestern de Louisiana, Jon acudió a comienzos de la década de los años 60
al ejército, sirviendo en Puerto Rico, país en el que prosiguió su docencia enseñando
inglés a los reclutas lugareños en el Fort Buchanan.
Cuando terminó su
servicio militar, John Kennedy Toole volvió a su hogar en Nueva Orleáns. Allí
dio clases en la Dominican College, visitando con asiduidad los locales del
barrio francés French Quarter.
En esta etapa y tras
licenciarse en la Universidad de Tulane, escribió con entusiasmo el libro La Conjura De Los Necios, novela
satírica que envió a la editorial Simon And Schuster.
Lamentablemente, los
editores no apreciaron su talento y rechazaron el texto. Este hecho trastocó la
existencia de Toole, quien residía con sus padres en un ambiente bastante
arbitrario. Comenzó a emborracharse y a descuidar sus actividades
profesionales, se hundió en una depresión y se sintió un fracasado, perspectiva
que terminó por conducirle al suicidio el 26 de marzo del año 1969, falleciendo
a los 31 años cuando en un paraje solitario de Biloxi, un lugar de Mississippi,
inhaló los gases del tubo de escape de su coche tras unir con una manguera el
tubo con el asiento del conductor.
Tras su muerte, gracias
a la obstinación de su madre y la ayuda del escritor Walter Percy, La Conjura De Los Necios, terminó por
publicarse en 1980 por la Universidad del Estado de Louisiana. El éxito fue
inmediato, el libro ganó el Premio Pulitzer y se convirtió en un enorme éxito
crítico y comercial.
Más tarde apareció La Biblia de Neón, una novela que Toole
había escrito con anterioridad a su libro más conocido a la edad de dieciséis
años y que incide en la sátira de su autor, desarrollando mediante la figura
central del adolescente David, su relación con la tía Mae y los entresijos de
una población del sur de los Estados Unidos, marcada por el fanatismo religioso
de sus habitantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario