“El grito de los murciélagos” de Jesús Carnerero

¡Muy buenas tardes a todos! ¿Qué tal estáis? Espero que hayáis pasado una buena semana a pesar del frío y de la nieve, allá donde haya caído.

Este domingo os traigo una reseña que tenía pendiente de realizar desde las vacaciones de verano. Y me hace mucha ilusión hablaros del autor y por supuesto de su obra. No recuerdo muy bien cómo conocí a Jesús. Probablemente fuera en Twitter o probablemente en Facebook. No tengo ni idea. Lo que sí sé es que me hice con el último libro que había publicado en Amazon: El grito de los murciélagos. Tras una temporada bastante larga sin leer, en agosto leí dos obras: El moái que soñaba con una gramola, de Alberto Rueda; que reseñé la semana pasada y El grito de los murciélagos, de Jesús Carnerero. Y me prometí que cuando tuviera fuerza, los reseñaría. Y aquí estoy. Cumpliendo mi promesa.

Y hablando de autopublicados. Auténticos talentos que autopublican, muchos porque una editorial “grande” no se fijan en ellos, y otros, como Jesús que lo hacen por convicción. Y con una calidad que haría temblar el ojo a más de un consagrado. Y a mí me temblaba hasta el alma cuando terminé de leer su libro. No me enrollo más y comienzo con la reseña.

¿De qué trata El grito de los murciélagos? Os dejo un breve resumen. La rutina de un joven que sobrevive a trompicones trabajando como camarero, y que sólo piensa en escribir y en vivir de lo que escribe —compaginando a duras penas vocación con obligación—, se verá trastocada con el regreso de un viejo amigo, Víctor, quien con su extraño comportamiento lo acabará empujando al borde del precipicio de la cordura, la que Víctor parece haber perdido en alguna parte del camino hacia la adultez, hasta llegar a un extremo patético, casi surreal, del que el protagonista únicamente podrá librarse deshaciéndose con contundencia de esa amistad y de su recuerdo…

Cuando comencé a leer el libro, lo hice con bastantes expectativas, pero estas se vieron superadas al momento. Me acuerdo perfectamente de que, cuando leí el primer capítulo, mi cara era un poema. En voz alta me dije, ¿este tío quiere matarme de un infarto?

El grito de los murciélagos es una novela negra desarrollada en una zona urbana. Aunque no sé si también catalogarlo como thriller psicológico, porque tal y como se desarrolla la historia, mantener la cordura es bastante complicado.

El personaje principal, es un joven que, aunque trabaja de camarero, tiene un sueño, y es la de dedicarse en cuerpo y alma a la escritura. Ha publicado varias veces, pero la inspiración no le llega para escribir una ansiada novela. Y se desespera.  A su alrededor tiene a varias personas que creen firmemente en él y le ofrecen una oportunidad. Pero, oh, cosas del destino, aparece un antiguo amigo, un agente inestabilizador que se percibe desde la primera línea. Alguien que tiene un aura maligna, negativa como ella sola, que será como el caballo de Atila… Un villano perfectamente construido.

Además de nuestro protagonista, hay que destacar al resto de personajes, que están perfectamente relacionados, formando un conjunto armonioso que se desarrolla con claridad a lo largo de la trama.

Y es que esta, es brutal, te deja exhausto, ojiplático. Inicialmente no parece compleja, pero una vez que te adentras en ella, no puedes escapar. Os prometo que no tenia intención de leer el libro en dos tardes, pero así fue… La novela te absorbe, te metes dentro y creedme cuando os digo que no quieres salir.

La narración está escrita en primera persona del pasado, y de esa manera empatizas más con el personaje. El lenguaje es sencillo, y la trama se desarrolla de menos a más, creando una permanente sensación de tensión con muchas, muchas sorpresas.

Hay dos elementos claves para comprender la historia. Por un lado, están los diálogos, absolutamente cuidados, que son la clave para comprender muchas cosas y hay que estar muy atentos a ellos, y por otro están las reflexiones y pensamientos del protagonista, que, aunque en ocasiones me han parecido algo densos, su evolución y lectura es veloz, cruel, inesperada y muy despiadada.

Hay que añadir que la ambientación es increíble. Puede ser que en apariencia sea sencilla y fácil de realizar. Pero nada más lejos de la realidad. Jesús consigue crear una constante sensación de “que viene el lobo”, con una tensión y un ambiente cada vez más claustrofóbico, mascándose la tragedia por momentos…

Y esa tragedia es la que te hace pensar. Una vez que terminas el libro, obtienes multitud de mensajes, de reflexiones, aunque me quedo con el que, desde mi punto de vista, me ha parecido el más importante.

Muchas veces gritamos, e incluso escuchamos el grito de alguien cercano. Pero no nos paramos a escuchar. No nos fijamos que, en numerosas ocasiones, las actitudes y los comportamientos de quienes nos rodean, son gritos, son alaridos de auxilio y los ignoramos. E incluso despreciamos nuestros propios gritos. Si no escuchamos, y si no nos escuchamos, es imposible hacerlo. Seguiremos lanzando alaridos al aire, sin tener en cuenta nada de lo que tenemos a nuestro alrededor, destruyendo lo que tenemos a nuestro paso, e incluso, destruyéndonos. Y sin tener en cuenta las consecuencias. Ojito con la ceguera y con la sordera.

Finalizo esta reseña dando las gracias a los autores valientes y convencidos de su talento que se atreven a publicar en plataformas como Amazon o en pequeñas editoriales que nos hacen disfrutar a los lectores de obras de una calidad literaria brutal. Jesús es uno de ellos. Gracias infinitas.

Te seguiré leyendo y recomendando.

Lectores, hasta la próxima reseña. Un abrazo

Ediciones y precios del libro

E-book (autopublicación, 253 págs, 2016): 2'99 €

*Si queréis obtener un ejemplar digital haced click aquí.

El autor

Jesús Carnerero (San Vicente de Alcántara, Badajoz, 1984) es un escritor independiente con cuatro novelas autopublicadas hasta la fecha: Un lobo como yo (2014), Algún pecado raro (2014), La bruma (2015), y El grito de los murciélagos (2016). Las dos primeras son lo que el autor llama “novela negra a ritmo de rock”, donde las tramas —atestadas de mafiosos, criminales y gentuza de las más diversas calañas, en la que a menudo también hay personas que buscar escapar como sea de esos ambientes— están tejidas con canciones clásicas y cada capítulo lleva el título de una de ellas.

Técnico Superior en Producción Audiovisual, su escritura está tan influida por Saramago, Auster y Bukowski, como por el cine, las series y la música.